martes, 15 de noviembre de 2011

La “caja tonta” conduce al sedentarismo.


Para lograr un consumo racional y crítico de los medios audiovisuales, debemos plantearnos objetivos que se puedan cumplir: más que prescindir de la televisión hay que lograr que los niños y jóvenes aprendan a hacer un uso beneficioso de ella.

En la actualidad muchos niños y jóvenes pasan muchas horas, a veces incluso demasiadas, frente a la televisión. Esto hace que se produzca una reducción de la actividad física, a no ser que se este viendo a la vez que practicando algún programa relacionado con el deporte  como el aeróbic o el baile, y como consecuencia de ello puede producirse cierto sobrepeso en algunos niños,

Según un estudio el sedentarismo y las horas que se pasan en un sillón frente a la televisión provocan más sobrepeso que las grasas. Además,  los niños que pasan muchas horas viendo la televisión tienen más propensión a desarrollar a lo largo de su vida enfermedades cardíacas, presión alta y diabetes, informa un estudio divulgado por la Universidad de Sydney. Pero no solo el exceso de horas frente al televisor afecta ala salud física sino que también propicia la falta de atención e incluso un aumento de la agresividad en los niños.

Por ello es muy importante que los padres midan y controlen el tiempo que pasan sus hijos mirando la televisión. Educarles en una utilización responsable de la misma, motivando en ellos la importancia del deporte y de la actividad física. 

Además de provocarles sobrepeso el consumo irracional de la televisión puede afectar de forma negativa en los niños en otros aspectos como puede ser la disminución de la lectura, se convierten en niños pasivos, e incluso pueden llegar a no entender del todo lo que en ella aparece. Todos estos aspectos se encuentran mejor explicados en el siguiente enlace:


Los niños y la televisión



 

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